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¿Hígado graso, un cafecito? Dra. María Susana Olavarría - Medicina General

A cerca del Hígado graso.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta a personas que beben poco o nada de alcohol. Su característica principal de la es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas.

Es cada vez más común en todo el mundo, especialmente en los países occidentales, llegando a ser la forma más común de enfermedad hepática crónica.

Algunos individuos pueden desarrollar esteatohepatitis no alcohólica, una forma agresiva de enfermedad del hígado graso, que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática. Este daño es similar al daño causado por el consumo excesivo de alcohol.

¿Cuáles son sus síntomas?
Generalmente no causa signos ni síntomas. Cuando lo hace, pueden incluir: 
Fatiga
Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen
Entre los signos y síntomas posibles de esteatohepatitis y cicatrización avanzada (cirrosis) se incluyen los siguientes:
Hinchazón abdominal (ascitis)
Vasos sanguíneos agrandados justo debajo de la superficie de la piel
Bazo agrandado
Palmas rojas
Color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia)

¿Por qué se produce?
La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la esteatohepatitis no alcohólica están relacionadas con:

Sobrepeso u obesidad
Resistencia a la insulina, en la cual las células no absorben azúcar en respuesta a la hormona insulina
Azúcar alta en la sangre (hiperglucemia), lo que indica prediabetes o diabetes tipo 2
Niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre

Estos problemas de salud combinados parecen favorecer el depósito de grasa en el hígado. 
Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina para las células hepáticas, lo que causa inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de tejido cicatricial en el hígado.

¿Cómo lo prevenimos?
Opta por una alimentación saludable. 
Elige una dieta saludable basada en plantas que sea rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.
Mantén un peso saludable. 
Si tienes sobrepeso o eres obeso, reduce el número de calorías que consumes cada día y haz más ejercicio. Si tienes un peso saludable, trata de mantenerlo eligiendo una alimentación saludable y haciendo ejercicio.
Haz ejercicio. 
Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. Obtén la aprobación del médico primero si no has estado haciendo ejercicio regularmente.


Expertos de Estados Unidos han señalado recientemente que “consumir de forma regular café produce un efecto protector en la enfermedad del hígado graso comprobada por biopsia: con una clara disminución de la inflamación, disminución de la fibrosis, niveles reducidos de insulina y riesgo de Diabetes Mellitus tipo 2, y genera una respuesta a la dosis de un 40% de reducción del riesgo de carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado que representa aproximadamente el 90% de todos los cánceres de hígado: 1 a 2 tazas / día = 20% de reducción; mientras que > 5 tazas = 75% de reducción.
Y agregan que “El café es hoy el mejor protector hepático antifibrótico que tenemos a disposición”

Fuente: https://www.infobae.com/salud/2020/12/18/consumir-de-forma-regular-cafe-produce-un-efecto-protector-en-la-enfermedad-del-higado-graso/

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