El objetivo global de la inmunización con vacunas es el
control de la transmisión de las infecciones, eliminación de la enfermedad y,
eventualmente, la erradicación de los virus o bacterias que las causan.
El objetivo individual de las vacunas es proteger a cada
persona de las infecciones más graves.
¿Qué son las vacunas?
Se entiende por vacuna a los productos biológicos destinados
a generar defensas contra una enfermedad específica, estimulando la producción
de una respuesta del sistema inmune, en base a células y anticuerpos capaces de
prevenir la infección. El método más habitual para aplicar las vacunas es la
inyección, aunque algunas se administran por vía oral, como la vacuna contra la
poliomielitis o la de rotavirus, y más recientemente por vía nasal como ciertas
formulaciones contra la influenza.
Al administrar la vacuna, el sistema inmune reacciona como
si estuviera en presencia de la enfermedad y desarrolla defensas efectivas para
combatirla. Para que la respuesta inmunológica funcione a plenitud, la vacuna
debe ser colocada oportunamente, antes de que se produzca la exposición natural
de la persona al microorganismo.
La importancia de las vacunas.
Las enfermedades que se pueden prevenir con estas medidas pueden ser
muy graves, incluso mortales, especialmente para los bebés y niños pequeños.
Por ejemplo, la viruela fue erradicada globalmente en 1977.
La mortalidad mundial por sarampión se ha reducido en 74%. La incidencia de
poliomielitis ha disminuido un 99% a nivel mundial y América es un continente
libre de esta enfermedad desde 1991.
¿Cómo están compuestas?
Compuestas por microorganismos vivos que han sido atenuados
o debilitados en el laboratorio para que no puedan causar la enfermedad.
Algunos ejemplos de estas vacunas son la del sarampión, rubéola, parotiditis,
varicela y fiebre amarilla. Asimismo, la de poliomielitis y rotavirus.
Elaboradas con microorganismos muertos o inactivados, o bien
se trata de fracciones o subunidades de estos, “incapaces de reproducirse”. Por
lo tanto, no pueden producir la enfermedad en el huésped o transmitirse a otro
sujeto. Las vacunas contra la influenza, tétano, difteria, tos convulsiva y
hepatitis A son de este tipo.
Aquellas que son obtenidas a través de producción de
moléculas específicas y biotecnología. Algunas se hacen por purificación de
componentes de la superficie de las bacterias como de Haemophilus influenzae
tipo B, neumococo y meningococo (principalmente para prevenir meningitis) o a
través de ingeniería genética como la de la hepatitis B y la del virus del
papiloma humano (HPV).
¿Cuáles son los riesgos y beneficios?
Las vacunas pueden prevenir enfermedades infecciosas que antes
causaban una enfermedad grave, serios daños en la persona o la muerte. Los
riesgos principales asociados con las vacunas son los efectos secundarios, los
cuales casi siempre son leves (enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la
inyección) y desaparecen en unos pocos días. Los efectos secundarios graves
después de haber sido vacunado, tales como reacciones alérgicas severas o
convulsiones son muy infrecuentes. No obstante, los beneficios de prevenir
enfermedades por recibir vacunas son mucho mayores que los posibles efectos
secundarios. Es importante que los niños reciban las vacunas recomendadas a
tiempo. Retrasar o espaciar las vacunas pone a los bebés y niños pequeños en
riesgo de contraer enfermedades graves.
¿Cuáles son las vacunas del Programa Nacional de
Inmunizaciones?
En nuestro país el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI)
del Ministerio de Salud tiene como objetivo prevenir morbilidad, discapacidad y
muertes secundarias a enfermedades inmunoprevenibles a lo largo de todo el
ciclo vital.
Infórmate del calendario actualizado del Programa Nacional de Inmunizaciones en el sitio web de Clínica Alemana: www.alemana.cl/vacunatorio
- Vacunas complementarias
Algunas personas ya sea por su edad, condición de salud o
exposiciones laborales podrían verse beneficiados por la administración de
vacunas complementarias a las del Programa Nacional de Inmunizaciones. Estas
deben ser administradas sólo con indicación médica.
- Vacunas para viajeros
Se administran antes de viajar y su finalidad es evitar enfermedades
graves que se pueden contraer durante un viaje o cumplir con los requisitos de
entrada de los países de destino. Las vacunas recomendadas dependen del lugar
al que se viaja, la duración y características del viaje (tipo de alojamiento,
actividades a realizar) y de los antecedentes de la persona (edad, enfermedades
previas, vacunaciones anteriores).
Infórmate del calendario en www.alemana.cl/vacunatorio
Consejos para cuando vayas a vacunar a tu hijo.
Mantén la tranquilidad y una actitud segura, transmitiéndole
al niño confianza para disminuir su ansiedad.
Se ha visto que el malestar disminuye significativamente si
la vacuna se administra con el bebé en brazos de la madre, el padre o el
cuidador.
Contraindicaciones para la administración de vacunas:
- Personas cursando una enfermedad aguda febril grave.
- Antecedentes de hipersensibilidad a algún componente de la vacuna.
- Antecedentes de reacción adversa grave a una dosis previa de vacuna.
- Paciente con diagnóstico neurológico no controlado (epilepsia) para vacuna DPT.
- Personas que hayan tenido una transfusión reciente (para vacunas tres vírica y varicela).
- Pacientes con inmunodeficiencias graves (vacunas BCG y tres vírica).
- Embarazo: no se recomienda la administración de vacunas con virus vivos atenuados (fiebre amarilla, tres vírica y varicela).
Mitos sobre la vacunación:
1. Las vacunas conllevan algunos efectos secundarios nocivos
y de largo plazo que aún no se conocen. Más aún, la vacunación puede ser
mortal.
FALSO Las vacunas son muy seguras, la mayoría de las
reacciones son generalmente leves y temporales.
2. Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso.
FALSO. Durante mucho tiempo se utilizó Timerosal, compuesto
orgánico que contiene mercurio, para prevenir el crecimiento de bacterias y
hongos contaminantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) examinó
detenidamente, durante más de diez años, los datos científicos acerca del uso
del Timerosal como conservante de las vacunas y concluyó que no hay evidencias
de que la cantidad que se utilizaba suponga un riesgo para la salud. Otros
organismos de investigación llegaron a conclusiones similares.
Sin embargo, ha persistido el temor y la difusión de
información contraria al Timerosal. Por esto, y con el objeto de no afectar la
confianza de la población en las vacunas y como principio de precaución, las
agencias reguladoras de EE.UU. y de Europa, indicaron a los productores de
vacunas que solo se utilizarían para uso en humanos vacunas libres o solo con
trazas de Timerosal. En Chile, se ha seguido la misma indicación y sus vacunas
cumplen con las exigentes normas de EE.UU. y Europa.
3. Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están
casi erradicadas en Chile, por lo tanto no hay motivos para continuar
vacunando.
FALSO. La única enfermedad erradicada en el mundo es la
viruela y efectivamente dejó de utilizarse la vacuna universalmente. Muchas
otras enfermedades están controladas en algunas regiones, pero persisten focos
y siguen circulando en otras áreas del mundo y pueden volver a diseminarse a
través de personas no vacunadas. Hoy en día, los desplazamientos entre naciones
son muy frecuentes, por lo tanto se debe continuar la vacunación hasta que las
autoridades de salud locales lo recomienden o la enfermedad haya sido
erradicada en todos los continentes.
La falta de confianza en las vacunas ha producido extensos
brotes de enfermedades graves, prevenibles con inmunización, en países
desarrollados y en desarrollo. En el caso de Chile, recientemente ha
reaparecido el riesgo de tos convulsiva en lactantes, con un consecuente
aumento de muertes infantiles. El esfuerzo por lograr una cobertura universal
con las vacunas debe ser mantenido y fortalecido.
4. La administración simultánea de más de una vacuna puede
aumentar en los niños el riesgo de efectos secundarios nocivos, que a su vez
pueden sobrecargar su sistema inmunitario.
FALSO. Las pruebas científicas revelan que la administración
simultánea de varias vacunas no conlleva ningún efecto secundario. Para
confirmar este principio, se realizan estudios cada vez que se introduce una
nueva vacuna en los esquemas recomendados. Los niños conviven cotidianamente
con cientos de sustancias extrañas que pueden desencadenar una respuesta
inmunitaria. De hecho, están más expuestos a bacterias y virus debido a la
exposición ambiental que por causa de las vacunas.
5. La gripe es solo una molestia y la vacuna no es muy
eficaz.
FALSO. La gripe causada por el virus influenza puede ser una
enfermedad grave que conlleve a complicaciones, incluso, ocasionalmente, a la
muerte. Las embarazadas, los niños pequeños, los adultos mayores y cualquier
persona que padezca enfermedades crónicas, por ejemplo, pulmonares, cardiacas,
renales, diabetes y obesidad, corren mayor riesgo. La vacunación de las
embarazadas después de la semana 14 de gestación, conlleva el beneficio
adicional de proteger al recién nacido.
6. Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las
vacunas.
FALSO. Las vacunas interactúan con el sistema inmunitario
para producir una respuesta similar a la que ocasionaría la infección natural,
pero no causan la enfermedad ni exponen a la persona inmunizada a riesgos de
posibles complicaciones. Además, la adquisición natural de influenza, sarampión
y varicela sí que desencadena un debilitamiento del sistema inmune y aumentan
el riego de otras infecciones.
7. Las vacunas causan autismo.
FALSO. En 1998 se realizó un estudio que suscitó inquietud
acerca de un posible vínculo entre autismo y la vacuna contra sarampión,
parotiditis y rubéola. Este trabajo contenía graves irregularidades, por lo que
los editores lo retiraron de sus registros y expusieron que las conclusiones
eran falsas. Lamentablemente, su divulgación despertó temores que provocaron
una disminución en las tasas de inmunización y los subsiguientes brotes de esas
enfermedades. No existen evidencias científicas de una relación entre esa
vacuna y trastornos del espectro autista.
8. Si estoy embarazada no me puedo vacunar.
FALSO. Durante el embarazo, se recomienda el uso de vacuna
de influenza desde la semana 14 de gestación, la cual ha demostrado ser segura
y proteger a la madre frente a una infección grave. Por otra parte, la vacuna
de tos convulsiva aplicada durante el embarazo, protege al recién nacido por el
paso de anticuerpos maternos generados por ella. También es importante tener al
día el esquema de vacunación previo al embarazo y considerar vacunarse frente a
algunas enfermedades durante la lactancia.
Referencias: www.alemana.cl/
Referencias: www.alemana.cl/