El trastorno por estrés agudo corresponde a un cuadro agudo gatillado por el haber sido expuesto a un evento percibido como traumático por el sujeto.
Esta exposición puede corresponder a la vivencia directa del hecho, a haber sido testigo de la situación, a saber, que el evento traumático ha ocurrido a una persona cercana (familiar o amigo) o puede ser consecuencia de la exposición laboral repetida (personal de salud de primera respuesta, policía o fuerzas de orden, etc.).
Esta exposición puede corresponder a la vivencia directa del hecho, a haber sido testigo de la situación, a saber, que el evento traumático ha ocurrido a una persona cercana (familiar o amigo) o puede ser consecuencia de la exposición laboral repetida (personal de salud de primera respuesta, policía o fuerzas de orden, etc.).
Los síntomas podrían iniciarse hasta un mes luego de la exposición al evento y pueden generar un alto grado de sufrimiento en los usuarios e interferir significativamente en su funcionamiento social, laboral y familiar.
Factores de riesgo:
No todos aquellos expuestos al mismo evento traumático desarrollarán un trastorno por estrés agudo. Se han identificado como factores de riesgo para presentarlo:
*algunos estudios muestran asociación. Sin embargo, la evidencia no es concluyente.
Criterios diagnósticos:
De acuerdo con el DSM-V deben cumplirse todos los siguientes criterios:
1.- Exposición a evento percibido como amenaza a la integridad o a la vida.
2.- La presencia de 9 de los siguientes síntomas:
3.- Duración de los síntomas entre 3 días y 1 mes posterior a la exposición al trauma.
4.- Estos síntomas causan alteraciones significativas en la funcionalidad del sujeto.
5.- Los síntomas no son atribuibles al uso de sustancias.
Recomendaciones de Manejo
El manejo de estos pacientes debe incluir tanto intervenciones psicoterapéuticas como farmacológicas por lo importante de asistir al profesional.
Psicoterapia
En la literatura la psicoterapia cognitivo conductual focalizada en el trauma es la herramienta terapéutica más frecuentemente recomendada. Sin embargo, existen intervenciones menos específicas pero útiles para apoyar estos pacientes. La psicoeducación es una herramienta ampliamente disponible y de utilidad para disminuir la sintomatología. Explicar a los pacientes sus síntomas, normalizar la vivencia y respuesta al evento traumático, e infundir esperanza de recuperación son intervenciones que redundan en un alivio para estas personas.
El trastorno por estrés agudo es un cuadro que puede presentarse en individuos que han vivido o presenciado situaciones en las que su vida o integridad física ha sido puesta en riesgo. Si bien no tenemos tratamientos farmacológicos específicos que hayan demostrado con claridad su utilidad en disminuir la progresión a trastorno de estrés post traumático, si tenemos algunas herramientas para su manejo sintomático.
El tratamiento farmacológico debe estar asociado a intervenciones psicoterapéuticas, especialmente en la línea de la psicoeducación, las que pueden contribuir a disminuir la sintomatología ansiosa, a normalizar la vivencia y a mejorar las estrategias de afrontamiento de los individuos.
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